Una parte fundamental para la vida colectiva en las ciudades son las calles, plazas, parques y otros espacios urbanos; pero que no se les suele prestar la atención que deberían. En el espacio público se produce la socialización colectiva, constituyendo así la esencia de la ciudad. En estos lugares que son de todos, nos encontramos con los otros con los que compartimos la historia que se está formando.
Que entendemos por espacio público?
Cuando hablamos de espacio público, nos referimos al espacio de propiedad y uso público. Es el lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular libre, en paz y armonía.
El espacio público proviene de la separación formal entre la propiedad privada urbana y la propiedad pública. Tal separación normalmente implica reservar, desde el planeamiento, suelo libre de construcciones (excepto equipamientos colectivos y servicios públicos) para usos sociales característicos de la vida urbana (esparcimiento, actos colectivos, transporte, actividades culturales y a veces comerciales, etc).
Un espacio que garantiza su accesibilidad a todos los ciudadanos. En cuanto al uso, el espacio público es el escenario de la interacción social cotidiana.
La calidad del espacio público se podrá evaluar sobre todo por la intensidad y la calidad de las relaciones sociales que facilita, por su capacidad de acoger y mezclar distintos grupos.
Según Jordi Borja el espacio público expresa la democracia en su dimensión territorial. La ciudad es ante todo el espacio público, el espacio público es la ciudad. Es a la vez condición y expresión de la ciudadanía, de los derechos ciudadanos. El concepto de “derecho a la ciudad” se vincula a Henri Lefebvre que en la década de los 60 escribió un libro de referencia con este título.
Confort: Como debería ser el espacio público?
El confort (entendido como conjunto de condiciones óptimas para lograr el mayor aprovechamiento de una actividad en un momento concreto) en el espacio urbano, se puede determinar gracias a varios factores como ser los condicionantes térmicos, la ocupación del espacio, el paisaje urbano, las condiciones acústicas, la calidad del aire, la seguridad, entre otros factores. Todos estos están interconectados, y en caso de alterarse alguno, modificaría la calidad de los demás.
Uno de los puntos claves del confort son los condicionantes térmicos, son aquellas condiciones térmicas óptimas según sus características bioclimáticas, estas determinan en gran parte la calidad, cantidad y forma de uso de los espacios públicos urbanos.
Es asi que el usuario debería tener la posibilidad de encontrar espacios que se adecuen a las diversas situaciones climáticas (invernal, estival, etc). Esto implica garantizar la exposición a la radiación solar, acondicionando zonas para cada una de las estaciones del año, en donde se presentan temperaturas y humedades diferentes. Por ejemplo se proyectarían espacios con zonas de sombra para verano y zonas protegidas para invierno.
Se debe prever la funcionalidad del espacio, como también conseguir un equilibrio en la ocupación de los mismos, que garantice seguridad y diversidad necesarias para el confort.
Creando espacios óptimos para el encuentro, intercambio, comunicación entre personas y multiplicando las actividades, se enriquece la vida en ellos, por lo tanto aumenta la frecuencia y el número de usuarios.
La situación actual
En los últimos años, las intervenciones realizadas en las peatonales de la zona céntrica de San Miguel de Tucumán, uno de los espacios públicos principales de la ciudad y con mayor afluencia de usuarios, fueron en detrimento de la ya escasa vegetación presente en las mismas, se procedio a retirar los icónicos naranjos y reemplazarlos por plantines o arboles jóvenes que proporcionan poco o nada de sombra.
Irónicamente, ante la falta de vegetación y protecciones climáticas adecuadas, la ciudad otrora conocida como “el Jardin de la Republica” vio convertirse en un inhóspito desierto uno de los principales paseos peatonales de su microcentro. Solo se implantaron protecciones climáticas (de cuestionable valor estético) en algunos sectores muy puntuales, siendo estos un escueto paliativo para las inclemencias del tiempo, sobre todo la radiación solar y las altas temperaturas que debe soportar el peatón.
Estrategias de Mejora:
Ante esta situación, una alternativa realmente eficaz y de fácil implantación es fomentar la utilización de la vegetación como elemento generador de microclimas, generar zonas de sombra y cortavientos en ámbitos sobreexpuestos.
Con la Dotación de árboles, no solo obtenemos el confort térmico, sino que también podemos lograr una mejora a través de la sombra producida, naturalizando y consiguiendo que la vegetación se integre a lo largo de todo el espacio público.
¿Cómo generar espacio público de calidad?
Propiciando el intercambio sociocultural en un ambiente de tranquilidad, poniendo énfasis en cuidar la escala y las relaciones espaciales, contemplando espacios semicubiertos, pequeñas plazoletas, sector de juegos infantiles, espacios de expansión y equipamiento urbano accesible a todos (mobiliario, refugios para paradas de micros, iluminación, áreas de estacionamiento vehicular y bicicletas, etc).
Paramodelos de intervenciones exitosas
· Galeria Pinamar Plaza
· Peatonal de Mendoza
· Boulevar peatonal Torremolinos, Malaga
· Calle Larios, Malaga
· Calle del Arenal, Madrid
· Comparativa Peatonal San Miguel de Tucumán Vs Peatonal Mendoza
Conclusión
Solo resta decir que de aquí en más, desde nuestro papel como arquitectos, urbanistas y generadores de espacios, a la hora de diseñar y planificar la intervención de un espacio público, se lo haga tomando como punto de partida la búsqueda del confort para el usuario, el uso de equipamiento pensado y diseñado acorde a las necesidades de nuestra ciudad y la proliferación de la vegetación como un elemento más de diseño, ganando asi espacios de calidad y no simplemente más m² de cemento.
Referencias bibliográficas:
· “Claves para proyectar espacios públicos confortables. Indicador del confort en el espacio público”, autor: Constanza Cabezas
· “La necesidad del espacio público” , autor: Federico Garcia Barba
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